Will Gerard (Nicolas Cage) es un profesor de inglés que vive en los suburbios de Nueva Orleans junto con Laura, su esposa, una brillante intérprete de música. La pareja quedará marcada por la tragedia cuando la mujer sufra un violento ataque sexual, que la dejará internada y malherida. Mientras todavía está en el hospital, el matrimonio recibe una visita inesperada: un tal Simon, que sólo se presenta como integrante de una organización clandestina de vigilancia y les cuenta que el violador salió en libertad y que seguirá atacando a víctimas indefensas. En vistas de eso, el desconocido le propone a Will hacer justicia por mano propia, de la que él se encargará sin que medie ningún trámite legal. Eso sí: Simon no cobrará un centavo por este servicio, pero le advierte al personaje de Cage que en el futuro podría pedirle un favor. Desesperado y sin medir las consecuencias, Will acepta. Ese fatídico pacto -que en adelante convertirá a Will en un asesino en potencia- lo hará vivir en un infierno en el que la paranoia, el miedo, la violencia y la manipulación son moneda corriente.
Pagará un precio muy alto por pactar con el diablo